Los imprescindibles
Si desea conocer los aspectos más imprescindibles de la ciudad, hay algunas atracciones y actividades que no puede perderse. Desde el aire fresco y las vistas panorámicas sobre el Mont Royal hasta el ambiente nocturno, aquí presentamos algunas de las cosas imprescindibles que tiene que agregar a su lista de Montreal.
El Museo de Bellas Artes de Montreal
Las innovadoras exposiciones temporales del MBAM, como se le conoce por sus siglas en francés, combinan las disciplinas artísticas (bellas artes, música, cine, moda y diseño), que circulan por museos de todo el mundo. Sus enciclopédicas estancias exhibidas en cinco pabellones incluyen colecciones de arte contemporáneo internacional, culturas del mundo, artes decorativas, diseño y arte de Quebec y canadiense (incluida una sección ponderable de arte Inuit).
Parque olímpico y museos Espace pour la vie
El Estadio Olímpico se construyó para los juegos olímpicos de verano de 1976. Aunque actualmente se está renovando, un ascensor tipo funicular lleva a los visitantes a lo más alto de la Torre de Montreal, la torre inclinada más alta del mundo. En la misma zona, Espace pour la vie contiene cuatro establecimientos consagrados a la naturaleza y la ciencia: el Biodomo, una experiencia inmersiva en cinco ecosistemas con más de 7000 animales; el Insectario, el museo dedicado a los insectos más grande de Norteamérica; el Jardín Botánico, uno de los más grandes y espectaculares del mundo; y el Planetario, que ofrece una tecnología de inmersión sin precedentes para explorar el universo en bóvedas de 360 grados con las últimas tecnologías.
La Grande Roue de Montreal
La Grande Roue es la nueva noria de observación, una de las más altas de Norteamérica. Ubicada en el Viejo Montreal, ofrece panorámicas de 60 metros de altura (aproximadamente 196 pies) con espectaculares vistas sobre la ciudad y el río Saint-Laurent.
Cité Mémoire
Un paseo encantado por los recuerdos de la ciudad: Cité Mémoire transforma el Viejo Montreal en un museo gigante y metafórico al aire libre. La obra, consistente en 25 proyecciones de vídeo sobre muros, el suelo y aún las hojas de los árboles que desafían a la imaginación, tiene lugar en todo el vecindario, e invita a los peatones a descubrir a algunos de los personajes que han dado forma a Montreal desde su fundación en el año 1642.
Connexions Vivantes
El gigantesco puente Jacques-Cartier, de arquitectura única, está bañado de luces pulsantes e interactivas que se activan en tiempo real. El alumbrado del puente, que cambia con el estado de ánimo de la ciudad, es un proyecto que viene de la mano de Montreal’s Moment Factory. Aunque es visible desde numerosos puntos de la ciudad, las mejores vistas son desde el Viejo Puerto o desde un patio de azotea.
Basílica de Notre-Dame y AURA
La Basílica Notre-Dame, una obra maestra del estilo neogótico, se construyó entre 1824 y 1829. Su magnífico interior de madera y el atrevido moderno diseño de la capilla Notre-Dame-du- Sacré-Coeur capturan la imaginación de cientos de miles de visitantes al año. Sus pinturas, esculturas y vidrieras ilustran pasajes bíblicos, así como 350 años de historia parroquial. La experiencia inmersiva de luz y sonido de AURA le llevará en un viaje de exploración por el imprevisto y fascinante Universo.
Parque Mont Royal
Inaugurado en 1876, el parque Mont Royal fue diseñado por Frederick Law Omsted, el habilidoso ingeniero cuya mente engendró también el Central Park de Nueva York. Es el lugar ideal para pasear y admirar la variedad de las plantas y pájaros o para disfrutar de actividades al aire libre. Las vistas escénicas del Kondiaronk abarcan el centro de la ciudad y el río Saint-Laurent.
El Viejo Montreal y el Viejo Puerto
El Viejo Montreal, cuna de las atracciones más antiguas y más innovadoras de la ciudad, ofrece un recorrido inimitable por las numerosas vidas que ha vivido Montreal en su larga historia. Aunque la memoria de Jeanne Mance, Jacques Cartier y de Maisonneuve, fundadores de la ciudad, sigue viva en las empedradas calles, el Viejo Montreal y el Viejo Puerto son dos de los barrios más dinámicos y en evolución más constante, con atracciones que van desde catedrales y museos a una noria de observación y cruceros de río.