LAS MEJORES PANADERÍAS Y PASTELERÍAS DE MONTREAL
Mayssam Samaha
En los últimos años, las pastelerías y panaderías artesanales han conocido un auge espectacular en Montreal. Desde las tiendas especializadas en pastelillos, las donas de diseñador y las finas pastelerías francesas hasta los productos más tradicionales como los croissants de mantequilla y las baguettes doradas, va a encontrar de todo. Les presentamos un panorama de lo mejor que Montreal tiene por ofrecer, ya sea de estilo hojaldrado, suave o crujiente, por barrio, para que encuentre fácilmente el camino hacia el punto goloso más cercano.
Pastelerías simpáticas en el Plateau Mont-Royal
Considerado como uno de los más a la moda de la ciudad, este sector con predominancia francófona tiene un gran número de residentes expatriados franceses. Tal vez esto explique por qué tantas panaderías han escogido este barrio para instalarse, haciéndose competencia, a algunas cuadras las unas de las otras, para obtener el título del mejor croissant de la ciudad. Entre las más reconocidas están la Boulangerie Mr. Pinchot, Les Co’Pains d’abord (tres ubicaciones), Fous Desserts y Croissant Croissant, que se encuentran a una corta distancia a pie entre ellas, lo cual le permite ir a todas para juzgar por usted mismo cuál es el mejor.
Otra pastelería en búsqueda del título: la Pâtisserie Au Kouign Amann, sobre la avenida Mont-Royal Est, propone un excelente croissant de almendras. Pero la gente va sobre todo por una rebanada de su famoso kouign amann, un pastel bretón con mantequilla y azúcar que puede resultar adictivo. Mamie Clafoutis en Saint-Denis es otro lugar imprescindible por sus croissants, sus panes y sus pasteles, como los cannelés que rozan la perfección y sus pavés de nuez, pistache, almendras y cereza. El Plateau también tiene su serie de boutiques bonitas, como D’Liche, que se especializa en la confección de minúsculos pasteles glaseados de sabores originales o clásicos.
Si lo que busca son macarrones, no busque más lejos, la Boutique Point G es invencible cuando se trata de esas pequeñas maravillas que parecen nunca pasar de moda. Los sabores clásicos como el chocolate y el limón comparten el protagonismo con creaciones de temporada como el macarrón a la violeta y miel, o a la cereza local confitada, el día de San Valentín. Crémy Pâtisserie, uno de los lugares de reunión preferido y conocido entre los golosos, se especializa en las donas, los brownies y una versión casera de los Jos Louis. En el verano, busque el camión CRémy Mobile, que entrega sus creaciones por toda la ciudad.
Ubicada en un extremo de la avenida Laurier Est, que está cada vez más a la moda, la pastelería Rhubarbe es una de las favoritas del rumbo. Los postres de aquí son elegantes, refinados y si bien es cierto que están inspirados en los clásicos franceses, siempre tienen un pequeño toque de originalidad. La tarta de limón es particularmente suculenta, así como los éclairs adaptados a los sabores de la temporada. Justo en la esquina de la calle se encuentra Le Fromentier, una gran panadería en la que puede comprar buen pan y también quesos y charcutería, todo lo necesario para hacer un día de campo en el parque Laurier, a dos pasos de ahí.
La dolce vita
El barrio de la Piccola Italia en Montreal tiene varias pastelerías italianas tradicionales como Alati Caserta, donde los cannoli rellenos de queso ricotta se han vuelto famosos en toda la isla. Los rellenan justo al momento en el que se piden para evitar que se ablanden y estén listos para ser degustados en el pequeño parque de enfrente con un expreso italiano bien cargado, servido en uno de los tantos cafés de la zona. Otra pastelería de influencia italiana, La Cornetteria, propone sus cornetti hojaldrados (croissants) o sus cronetti (su versión del cronut). En este sector, también hay pastelerías más rústicas y tradicionales como la adorable Mlles Gâteaux, ubicada en el corazón de Villeray, a unas calles al norte de la Pequeña Italia. Su refinado pastel de zanahoria y piña confitada es uno de sus mejores postres.
Fanfare Jarry, una nueva panadería/restaurante situada en la calle Jarry, hace panes estilo francés, pastelería y postres es un espacio brillante y luminoso. Más al sur, en el distrito de la Petite-Patrie, la Pâtisserie Bicyclette es un pequeño comercio local que ofrece postres a la antigua: tartas, pasteles y galletas. Para los amantes de las donas, les aconsejo Trou de Beigne, uno de los mejores artesanos de donas en Montreal, instalado en un espacio divertido y colorido en donde propone nueve sabores diferentes, clásicos y de temporada. David Ferguson, el chef y dueño del restaurante Gus, se asoció con Ciaran Tierney para fundar Lou donde encontrará el irresistible pan Gus, infusionado de romero, así como el increíble pastel de chocolate con glaseado de queso crema al Baileys.
El sector se lleva “la rebanada más grande del pastel” por sus panaderías aclamadas por la crítica. Le pain dans les voiles es una de ellas, con su baguette premiada y sus deliciosos croissants y sus pizzas. Joe la croûte, otra excelente panadería ubicada en el mercado Jean-Talon, seguramente lo va a seducir con el Mythique, un pequeño pan crujiente con aceitunas negras, queso de cabra, flor de ajo y sal de mar. Si prefiere lo dulce, le va a encantar el Troubadour (chabacanos, avellanas, sal de mar). Louise es una panadería francesa que acaba de abrir sobre el boulevard Saint-Laurent, justo en frente de la famosa tienda italiana de abarrotes Milano. Su promesa es ofrecer pan fresco, recién salido del horno, ¡en todo momento del día!
Un poco más al este, De froment et de sève propone una selección de panes que puede comprar para llevar o degustar ahí, en el bistrot. Pruebe el croissant de mantequilla de maple o saboree uno de los muchos sándwiches preparados con pan casero. Una de las tres panaderías Les Co’Pains d’abord se ubica en la calle Masson, en el sector de Rosemont. Esta panadería artesanal es famosa por hacer uno de los mejores croissants de Montreal. La boulangerie Automne es una panadería de Rosemont con inspiración escandinava que hace un pan sin igual, así como pan para pizza y otras variedades (pruebe el croissant de jamón y queso). Es el resultado de la mente creativa del chef Seth Gabrielse y el premiado panadero Julien Roy.
Si está en búsqueda de delicias veganas, pero tiene la impresión de que no va a encontrar nada verdaderamente bueno, ¡vaya directamente al Café Dei Campi! La atmósfera de este café italiano es encantadora y las galletas, las brioches, los muffins, la pizza y los panes están hechos por su chef repostero y copropietario. Todo aquí es delicioso, pero sobre todo sus cannoli veganos de los que habla toda la ciudad.
Dulzura de mantequilla pura en Outremont
Outremont es conocido por sus parques verdes, sus casas patrimoniales y sus numerosos restaurantes a lo largo de las calles Bernard y Van Horne. También es conocido por la calidad de sus productos de panadería y repostería que encontramos particularmente en Mamie Clafoutis, famosa por su ficelle de nuez y queso azul o su Mamie choc, un refinado pastel de chocolate en la cúspide del arte. A unos metros de ahí, pruebe el croissant de mantequilla con el secreto de Le Paltoquet, mismo que muchos consideran el mejor croissant de la ciudad.
En la calle Bernard, se encuentra la tienda de cupcakes Dolce & Gâteaux cuyos productos gourmet son muy elegantes. Si busca algo más tradicional, la panadería judía Cheskies mantiene la herencia cultural del sector con su excelente babka de chocolate y su rugelash. Siguiendo el lado tradicional, debemos mencionar la Pâtisserie Afroditi, una panadería y pastelería familiar que ha estado ofreciendo especialidades griegas (y de estilo francés) desde 1971.
Babka y baguettes del Mile End
El Mile End es el sector más a la moda de Montreal desde hace ya un buen rato. No es de sorprender que algunas de las direcciones de pastelerías en la ciudad se encuentren dentro. La Boulangerie Hof Kelsten, cuyo dueño, Jeffrey Finkelstein, es un maestro del arte, tiene como clientes a los mejores restaurantes de la ciudad. Un bocado de pan de centeno y semillas de alcaravea y estará convertido; una rebanada de su babka de chocolate y se volverá adicto.
Por supuesto, una de las panaderías más famosas de Montreal es la Fairmount Bagel Bakery, situada en el corazón del Mile End. Fairmount ha estado repartiendo bagels calientitos a sus admiradores, en 15 sabores diferentes, los 7 días de la semana, las 24 horas, durante los últimos 100 años. No hay nada que se compare con la experiencia montrealense de darle una mordida a un bagel recién salido del horno de leña.
Brioche à tête, un pequeño establecimiento en la Avenida Fairmount, sirve panes hojaldrados y deliciosos postres. No se puede perder el brioche de chocolate y sus croissants han sido declarados unos de los mejores de la ciudad. Un poco más adelante en la calle Fairmount, está Kamenista, una panadería con servicio de catering atendida por una familia griega, que ha estado funcionando desde 1967. Kamenista ofrece especialidades caseras y pasteles con diseños personalizados.
La Boulangerie Guillaume, a unas calles de ahí, se ha vuelto una parada obligatoria gracias a sus excelentes panes y sus pastelillos hojaldrados. La amplia selección de panes lo va a marear, pero si pide la baguette de cheddar e higo o el Écolier (un pan de chocolate), no hay pierde. En Farine & Vanille, sobre la avenida du Parc, encontrará pasteles como la brioche de calabaza, panes y croissants fabulosos, así como unas increíbles ¡conchas mexicanas! Además, la avenida du Parc acaba de darle la bienvenida a la nueva pastelería Pâtisserie Lawrence V: Conocida por sus pasteles personalizados, esta pastelería es el lugar indicado para saborear un mil hojas ligero o una tarta abundante en mantequilla. Y si se trata de pasteles, el Mile End tiene una dirección que pone la decoración final: Cocoa Locale y sus exquisitas y refinadas creaciones artesanales con un toque vintage.
Postres y encantos del Viejo Mundo
Se puede caminar fácilmente de un extremo al otro del Viejo Montreal mientras se degustan unos deliciosos pastelillos que vaya encontrando a lo largo del trayecto. Del lado oeste, Olive & Gourmando sirve algunos de los mejores productos panaderos de la ciudad, desde hace ya diez años. No puede pasar sin verlo, está ahí donde hay gente haciendo cola hasta la calle. La brioche de chocolate y plátano es un placer obligado, así como los croissants de queso, los brownies y las galletas. Si es intolerante al gluten, tiene suerte porque puede ir a Cookie Stéphanie, situado en la misma calle, para consentirse sin remordimientos. Una decoración fabulosa y pan fresco van de la mano en la Maison Pépin, en donde un lado completo de la hermosa tienda ha sido tomado por L’Amour du pain.
Un poco más abajo, hacia el Viejo Puerto, encontrará la Maison Christian Faure, una impresionante pâtisserie. El chef repostero nombrado Mejor artesano de Francia (Meilleur ouvrier de France, MOF), Christian Faure, presenta los clásicos de forma elegante y postres de temporada en su boutique, café y escuela de pastelería, todo bajo el mismo techo. El Paris Brest praliné es el mejor que haya jamás probado en este lado del Atlántico y el soufflé de chocolate es excepcionalmente refinado (sólo se pueden consumir ahí).
Un poco más abajo, encontrará la adorable boutique de pequeños pasteles Les Glaceurs, y un poco más al este, el Bar à beurre con su variedad de mini pasteles, macarrones y panes caseros. Si está en búsqueda de algo más exótico, la Pâtisserie Harmonie en Chinatown ofrece varias opciones pre empaquetadas como la dona cubierta de azúcar, o su propia versión de la banderilla.toda la ciudad.
Dulzuras del centro (Westmount y centro de la ciudad)
El centro de la ciudad no es necesariamente el primer destino que se le venga a la mente si está tratando de descubrir su siguiente escala para disfrutar de algo dulce. Sin embargo, encontrará algunas excepciones en los alrededores que hacen que valga la pena desviarse. Si le gustan los pastelillos, en el centro va a encontrar buenos lugares donde deleitarse. Uno de los cuatro lugares situados en el corazón del centro es Les Glaceurs, donde sirven unos deliciosos cupcakes que figuran entre los mejores de Montreal. Una dirección que tiene que conocer es la de Dolce & Gâteaux, donde se sirven pequeñas maravillas deliciosas y refinadas.
Si tiene alergias alimentarias y está en búsqueda de un postre sin productos lácteos, cacahuate, gluten, huevos u otro alérgeno, la Pâtisserie Petit Lapin en Westmount lo va a dejar muy satisfecho. Después de haber probado sus pastelillos que no contienen ninguno de esos productos, le puedo asegurar que están a la altura de cualquier otro en cuanto a sabor y textura.
Los reconocidos chefs Antonio Park y Bertrand Bazin abrieron el Café Bazin, un café, bistro y pastelería con solo 20 lugares. Dese gusto a la hora del brunch o de la cena y vaya a saborear los platillos bistro y la exquisita repostería, sobre todo la tarta de chocolate y café. Ahora, si quiere algo verdaderamente artesanal, haga una parada en La Meunerie Urbaine, en Monkland. Este lugar muele todavía su harina en su propio molino y hace uno de los mejores panes de
Algo dulce en el Suroeste (Little Burgundy/Saint-Henri/Verdun)
La parte oeste de Montreal está viviendo un formidable renacimiento desde hace algunos años. Rustique Pie Kitchen cultiva el arte de la repostería a la antigua y se auto proclama “el lugar urbano de los amantes de la tarta campestre”. De moras azules a cerezas, pasando por la crema de plátano, los sabores van cambiando conforme las estaciones. Les recomiendo probar varias tartaletas y llevarse otras para el camino, porque, ¡va a querer más!
La panadería, pastelería y pizzería familiar Rosetta es una parada obligatoria. ¡Todo está hecho el mismo día en su cocina a partir de las recetas heredadas de Rosetta! Si se encuentra en Verdun, la Boulangerie Rustique Sweet Lee’s propone reconfortantes postres como brownies y muffins, pero su especialidad son los croissants rellenos de frutitas y cítricos. La panadería comparte el espacio con el Café Saint-Henri, así que puede degustar sus pastelillos con un buen café.
Patrice Pâtissier, ubicado en la Petite-Bourgogne, justo al sur del centro, es considerada, con justa razón, una de las mejores pastelerías de Montreal. El chef repostero y dueño, Patrice Demers, tiene muchos adeptos a quienes les encantan sus financiers (pasteles de mantequilla de avellanas), su kouign amann (pastel de mantequilla y azúcar, especialidad bretona) y sus choux con crema, rellenos al momento en que los pida. Si se toma el tiempo de sentarse y pedir un postre, opte por Le Vert, un refinado postre que se ha vuelto famoso y que tiene manzana verde, pistache, aceite de oliva, cilantro, yogur y crema de chocolate blanco.
La Bête à pain abrió una segunda y muy esperada tienda en el centro de Griffintown. Los panes y pasteles excepcionales se cuecen ahí con un equipo de tecnología de punta. Se sirven desayunos y brunch.
Un arcoíris de sabores en el Village Gai y Hochelaga-Maisonneuve
Arte & Farina, recién abierta, se especializa en el arte de la repostería italiana. El panettone es ineludible durante las fiestas, pero todo lo que encuentre aquí va a estar a la altura, incluyendo la suculenta pizza.
Yendo hacia el este, cerca del sector de Hochelaga-Maisonneuve, encontrará una verdadera institución del pan y la pastelería, La Fabrique ArHoma y su tienda hermana, la Boulangerie et fromagerie ArHoma, ubicada un poco más al este. Sus panes han sido proclamados los mejores de la ciudad y su repostería, incluyendo las tartas, los mousses y los pasteles, son igual de buenos. Todavía más al este en Hochelaga-Maisonneuve, Les Gourmandises de Marie-Antoinette propone deliciosos pastelillos franceses, chocolates y macarrones.
Los dueños de Bouillon Bilk acaban de abrir Hélico. Ahí encontrará croissants, galletas, brioches y kouign amann hechos ahí mismo todos los días, así como comidas para el medio día. Este café anaranjado con decoración alegre y ligera es una verdadera invitación a la relajación.
Sachère Dessert se especializa en postres y pastelería refinados confeccionados con ingredientes de alta calidad y mucha atención al detalle.
En el mostrador del almuerzo de Bouffe Dave Plant Food siempre encontrará una gran variedad de postres que van desde barras de limón hasta panquecitos y pasteles hechos con los ingredientes de la más alta calidad.
Dirección Norte
Yendo hacia Ahuntsic, en dirección norte, encontrará La Bête à pain, uno de los mejores lugares de este tipo en Montreal. Todos los panes de ahí son excepcionales, así como las pizzas del día. Los cannelés, crujientes al exterior y cremosos al interior, son simplemente incomparables..
Mayssam Samaha, bloguera
Mayssam Samaha es bloguera y periodista sobre temas de gastronomía y viajes. Recorre el mundo en busca de hallazgos culinarios, a menudo reservando una mesa antes de comprar su boleto de avión. Desde Islandia hasta Sudáfrica, ha visitado más de 30 países. Su actividad favorita en el extranjero: pasearse por el mercado.