JAZZ Y BLUES EN MONTREAL: NUESTRA LISTA GANADORA DE CLUBES NOCTURNOS Y FESTIVALES
Richard Burnett
En la época de la Grande Noirceur (Gran Oscuridad), los cabarets de jazz de Montreal gozaban de popularidad internacional. Favorecida por la prohibición estadounidense, la vida nocturna mostró una efervescencia sin igual, lo que atrajo a apostadores y estafadores, pero también a las grandes estrellas de la música y el escenario. El jazzista montrealense más famoso en el extranjero en ese entonces era Oscar Peterson y su joven protegido se llamaba Oliver Jones. El pequeño de 10 años había tocado en público por primera vez en el famoso Café St‑Michel. Era el año de 1944.
“El Café estaba enfrente de Rockhead’s Paradise, el primer club nocturno que había pertenecido a un hombre de raza negra en Canadá, recuerda Oliver Jones. El St-Michel tenía un poco más de mala fama (que el Paradise). Rufus Rockhead nunca perdió el control, a pesar de la presión que ejercían las autoridades para que cerrara su establecimiento. Recuerdo que toqué en el St-Michel y vi cosas que no debía ver: chicas fáciles y bailarinas exóticas, pero entre el público, siempre había gente que venía a verme a mí”.
Maison du Jazz
Entre los clubes de jazz clásicos, la Maison du Jazz, en el centro de la ciudad, vio pasar por su escenario a Tony Bennett, quien interpretó dos o tres canciones improvisadas una noche, y a Nina Simone, quien hizo un escándalo porque no consiguió un lugar cerca del escenario. En la actualidad, el establecimiento presenta todas las noches de la semana la crema y nata de los artistas locales de jazz y blues, incluyendo a la reina del soul Michelle Sweeney, quien se presenta también en la Maison du Jazz de Laval.
Bistro à Jojo
Fundado en 1975, el veterano Bistro à Jojo en el Quartier latin, presenta blues en el escenario todas las noches. Muchas estrellas locales se turnan en el cartel de este club de ambiente íntimo.
Modavie
En el Bistro le Modavie en el Viejo Montreal, le espera un espectáculo de jazz todas las noches. Lleno de estilo y carácter, este bar es popular entre locales y turistas por igual.
Dièse Onze y Résonance Café
En el simpático Plateau Mont-Royal, y siguiendo el espíritu de los sótanos de jazz, el Dièse Onze Jazz & Restaurant presenta músicos en el escenario todas las noches. Vale la pena visitar este lugar, al igual que el Café Résonance en el Mile End. Este club dirigido por un artista underground atrae a un público de jóvenes entusiastas del jazz, en busca de artistas emergentes y buena música en vivo, y también está abierto todas las noches.
Upstairs Jazz Bar & Grill
Cerca de los grandes hoteles del centro de la ciudad y popular entre los visitantes, el conocido Upstairs Jazz Bar & Grill se encuentra entre los 100 mejores clubes de jazz del mundo, según la revista Downbeat Magazine. “Creo que el escenario de jazz montrealense nunca había estado tan bien desde los últimos 20 años”, dijo Joel Giberovitch, propietario de Upstairs. Tenemos el Festival de Jazz de Montreal, así como el OFF JAZZ, muchos clubes de jazz y escuelas de música. El jazz está muy presente en la metrópolis y muchos turistas vienen aquí por la música”. Hay espectáculos todas las noches en el Upstairs. Le recomendamos hacer una reservación.
Festival Internacional de Jazz de Montreal
Los clubes de jazz y blues de Montreal están particularmente concurridos durante el famoso Festival Internacional de Jazz de Montreal, cuya extensa programación se supera año tras año. Cientos de músicos se presentan en teatros (con costo) y en escenarios al aire libre donde los espectáculos son gratuitos. El inicio de este festival de 10 días es a finales de junio
Festiblues Internacional de Montreal
Otro evento anual importante en el corazón de los amantes del blues es el FestiBlues Internacional de Montreal, que dura cuatro días a mediados de agosto. Los espectáculos se llevan a cabo principalmente en escenarios al aire libre del parque Ahuntsic de Montreal.
Richard Burnett, bloguero
Richard “Bugs” Burnett es un autor, redactor, periodista, bloguero y cronista canadiense. Escribe tanto para periódicos independientes como para publicaciones destinadas al público en general y para la comunidad LGBTQ. Además, Bugs conoce Montreal como un drag queen conoce los productos de belleza.